En el corazón de la encantadora ciudad de Cáceres, un grupo de entusiastas del vino se reunió para embarcarse en un viaje sensorial a través de algunas de las mejores selecciones vinícolas de España de la mano de Los 3 Monos Wines. La atmósfera era eléctrica, impregnada de expectación y emoción ante la promesa de descubrimientos gustativos emocionantes.

La velada comenzó con nuestro Godello de Valdeorras ¨La Cabra Voladora¨, que cautivó instantáneamente con su frescura y vivacidad, representando a la perfección la diversidad vinícola de España. De color amarillo pálido con destellos verdosos, este vino deslumbró con su bouquet floral y cítrico, acompañado de sutiles notas minerales. En boca, su acidez refrescante y su textura sedosa ofrecieron una experiencia única, ideal para maridar con mariscos frescos y platos de cocina gallega.

El viaje continuó con nuestro Rosé IGP Alpilles ¨Divino Pecado¨, que nos transportó a los idílicos paisajes del sur de Francia con cada sorbo. Con su delicado tono rosa pálido y reflejos dorados, este vino reveló una expresiva paleta de aromas a frutos rojos y florales, con un toque de especias provenzales. En boca, su frescura vibrante y su elegante estructura lo convirtieron en el acompañante perfecto para aperitivos ligeros y platos mediterráneos.

Después de deleitarse con los vinos blancos y rosados, los catadores fueron llevados a un viaje por las tierras españolas con la llegada de un Ribera Crianza 2020, ¨Secretos de Confesión¨. Con un color cereza intenso y reflejos violáceos, este vino cautivó los sentidos con sus aromas a frutos rojos maduros y sutiles notas de roble. En boca, su cuerpo medio y sus taninos sedosos dejaron una impresión duradera, armonizando a la perfección con platos de carnes rojas y quesos curados.

Finalmente, se presentó ¨El Sastre y el Simio¨ Rioja Crianza 2018, que ofreció una celebración de la excelencia y la tradición vinícola de La Rioja. Con su característico tono rubí y destellos granates, este vino reveló una compleja paleta de aromas que fusionaba frutos negros maduros con delicadas pinceladas de vainilla y especias. En boca, su estructura equilibrada y su final persistente dejaron una impresión imborrable, haciendo honor a la excelencia de esta reconocida región vinícola.

En resumen, la cata de vinos en Cáceres fue una experiencia inolvidable que celebró la riqueza y la diversidad del mundo del vino. Desde los frescos blancos y rosados hasta los robustos tintos de Ribera y Rioja, cada vino ofreció un viaje único a través de sus aromas, sabores y tradiciones. Sin duda, una experiencia que dejó una impresión perdurable en todos los participantes y que seguramente será recordada con cariño durante mucho tiempo.